Historia de la pizza

 Historia de una de las Fast Food más globales 


La Pizza es una de las "Fast Food" más globales, conjuntamente con la Hamburguesa, pero a diferencia de esta última, las posibilidades de combinación entre distintos tipos de masa, ingredientes y formato, la dotan de una gran capacidad de personalización.

Probablemente esta capacidad de adaptación a los gustos de los distintos continentes y culturas le haya abierto las puertas a millones de consumidores en todo el mundo.

Sus comienzos

El pan es uno de los alimentos elaborados más antiguos creados por la humanidad, se estima que se inventó al menos 8.000 años a.C.

Los antiguos griegos y etruscos ya elaboraban panes planos, acompañados de hierbas aromáticas, aceite y otros ingredientes.

A los soldados romanos les acompañaba en sus viajes un pan plano con aceite, y hierbas, conocido como "Focaccia".

En el año 1.554, los comerciantes españoles introducen el tomate en Italia, pero no se incorporaría a la pizza hasta mucho más adelante, pues esta fruta estuvo mal considerada durante mucho tiempo.

Nápoles, la cuna de la pizza

Hasta la llegada del tomate, los napolitanos preparaban lo que hoy se conoce como “pizza blanca”, elaborada con aceite de oliva, perejil y ajo. Tampoco era raro encontrar pizzas con queso elaborado a partir de leche de yegua, llamado "caciocavallo", que más tarde sería sustituido, con la entrada de la cultura asiática, por el queso mozzarella, elaborado con leche de búfala.

Es probable que en Nápoles, donde ya había puestos de spaghetti con tomate, a alguien se le ocurriera añadir tomate también a la pizza para poder competir con aquellos puestos. Así es como habría nacido, a comienzos del siglo XVIII, un pan plano redondo con cobertura de salsa de tomate, conocido actualmente como pizza.

Es así que la pizza gana poco a poco popularidad y se convierte en objeto de deseo para los viajeros y turistas de entonces, que se atrevían a adentrarse en los barrios humildes y pobres de Nápoles para probar este afamado plato.

La expansión de la pizza

En un principio, la pizza es considerada dentro de Italia, como un plato típico regional de Nápoles, un simple plato humilde y de baja categoría.

Poco a poco, su fama se va extendiendo dentro de Italia. Tanto es así que la reina Margarita Teresa de Saboya, en 1889, al oír hablar tanto de la pizza, encarga que le preparen una. El encargado de tan importante pedido es Raffaele Espósito, que trabajaba en la pizzería fundada en 1780 Pietro e basta Cosi, que sigue funcionando actualmente con el nombre de Pizzería Brandi.

Raffaele Espósito realizó una pizza con los colores de Italia: verde (hojas de albahaca), blanco (queso mozzarella) y rojo (tomates). Esta pizza la denominó "pizza Margheritta" en honor a la reina, y se convirtió en una de las pizzas más famosas.

La nobleza y las clases aristocráticas comenzaron a consumir pizzas, dándole la oportunidad a la pizza de salir de los barrios marginales para ir teniendo un hueco en las mesas de la aristocracia.

La pizza empieza a extenderse poco a poco por las panaderías del norte de Italia, sobre todo si estaban regentadas por napolitanos inmigrantes, que hacían las pizzas con los ingredientes del lugar, pero con pocas variaciones sobre la receta original.

Al finalizar la segunda guerra mundial, los soldados americanos viajan del sur al norte de Italia, llevando las pizzas de los lugares por donde pasaban a los nuevos sitios o pueblos que visitaban.

Esto provoca un incipiente negocio para los lugareños, que además posibilita el conocimiento de recetas de otras regiones, provocando la expansión de la pizza por toda Italia.

A finales del siglo XIX más de cuatro millones de emigrantes italianos ponen rumbo a América, por lo que la pizza empieza a conocerse también fuera de Europa, sobre todo a través de los panaderos napolitanos que, sobre 1902, ya cuentan con sus propios establecimientos, muchos de los cuales siguen abiertos en nuestros días.

Si bien la pizza era conocida desde principios del siglo XX en América y era consumida sobre todo en fiestas de origen étnico italiano, no es hasta el regreso de los soldados que participaron en la segunda guerra mundial, que se habían acostumbrado al consumo de la pizza, que empezó a popularizarse.

En un principio denominada “torta de tomate” la pizza es promocionada por actores y cantantes de origen italiano, haciéndose un importante hueco entre los platos predilectos de los americanos.

La pizza como plato internacional

Desde su nacimiento en Nápoles, pasando por su expansión interna por Italia y el posterior salto a América, sin duda la pizza tiene un sitio importantísimo en las especialidades de las cocinas de todo el mundo.

Su base de pan plano, tiene raíces en las culturas mediterráneas, por lo que podemos encontrar similitudes en otros platos como; la “coca de trampó”, plato típico mallorquín, el pan turco “pide”, el pan griego “pita” o el africano “injera”, pero ninguno de estos platos ha viajado tanto ni ha tenido una acogida tan global como la PIZZA.

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